Tips para gestionar y cultivar bienestar en medio de los desafíos colectivos e individuales
- Camila Andrea Forero

- 25 mar 2020
- 4 Min. de lectura

Una de las frases que me ha acompañado durante estas semanas de tanto movimiento mundial, ha sido: “se está moviendo lo que parecía ser inamovible” Todo esto parece confirmar que las crisis son un desafío de la vida que nos invita a evaluar nuestro panorama actual, ajustar lo que no está funcionando y empezar de nuevo.
En consonancia con la realidad actual, hay muchos paradigmas limitantes que están llevando a una economía desenfrenada, a que el ambiente se vea perjudicado, cada día más estamos más divididos y creyendo en que todo está absolutamente separado, y en cuestión de meses y días, el mundo se paralizó porque en definitiva no estamos separados, esta crisis de salud, nos incluye a todos y no discrimino entre raza, género, país, creencias ni costumbres.
A causa de esto, gestionar y cultivar tu bienestar en estos tiempos, ya no es una tarea más del check list, ahora es un componente vital para que puedas vivir y estar desde un lugar de paz y tranquilidad en medio del caos. Simultáneamente, estar en el vacío es una gran lección, no tener certeza del paso siguiente, de lo que sigue genera mucha incertidumbre, nubla la mente y genera pánico, esa sensación de parálisis y además de sentir que se ha perdido el control.
Efectivamente, la tierra se está equilibrando sola, nos está recordando que no somos los más soberanos sobre este mundo, que somos una manifestación de la totalidad. Como resultado, lo que no se mueve no se renueva.
Cuando no movemos una parte del cuerpo por días o meses, ella pierde su funcionamiento natural. Esto mismo pasa con la naturaleza, con los sistemas y con lo que creíamos que estaba perfectamente inmóvil y que estaba “funcionando” solo para algunos.
Ahora veamos que desde la psicología y el coaching transpersonal, todos los seremos humanos pertenecemos a un sistema mucho más grande que nosotros mismos, y la misma información que contiene la planta, el aire, el sol y la tierra esta en nuestro cuerpo, en cada célula; es por esto que no somos entes separados y al parecer ahora, en medio de la crisis estamos siendo conscientes de esto.
Es por esta razón, ahora el llamado y el trabajo es colectivo. Ya no basta con un trabajo netamente individual, ahora, más que siempre la tierra y la naturaleza misma de la cual somos parte nos hace un llamado profundo y muy contundente…
Razón por la cual hoy te quiero traer algunos tips que te pueden apoyar en tiempos de crisis en donde los desafíos pueden ser abrumadores:
1. Recuerda que somos HUMANOS. HUMANICEMOS MÁS.
Cada ser sobre esa tierra tiene su propia historia, situaciones y creencias. Es momento de vernos desde la compasión.
Comprendiendo que el otro está haciendo lo mejor que puede desde sus recursos.
2. Busca y nutre tu red de apoyo.
La salud mental, es una responsabilidad individual y colectiva, en la que todos tenemos incidencia.
3. Regresa a lo esencial. A lo sencillo pero profundo de la vida.
Dar todo por hecho y establecido, nos impide muchas veces disfrutar de las cosas que creemos que son pequeñas, pero que en realidad sin ellas la esencia de la vida sería distinta.
Disfruta tus horas de sueño.
Recuerda que tienes la capacidad de aprender algo nuevo, no eres producto terminado.
Puedes caminar con más consciencia y hasta ver por la ventana los rincones de la ciudad o barrio que nunca te has detenido a observar
4. Busca espacios de descarga y claridad.
Puedes ser partícipe de lo que sientes y percibes en ti.
Puedes sentirlo y expresarlo en un lugar seguro en donde no te hagas daño a ti ni a ningún otrx. Luego, date el espacio de observar qué recursos tienes ahora para gestionar esto que te sucede y que otros o nuevos necesitas descubrir, entre ellos, buscar el apoyo de alguien para lograrlo.
5. Activa tu capacidad de adaptabilidad.
Empieza con prácticas como la meditación o la pintura que te permitan un espacio de intimidad contigo. Para observar tus diálogos internos, preguntándote que quieres y cómo te sientes.
Atrévete hacer actividades distintas a las habituales. Regresar a los encuentros simples, en donde la presencia es lo más importante.
6. Observa qué tipo de interacción estas tenido con tu realidad actual.
Estás interactuando desde un lugar de rabia, reproche y señalamiento. O desde un lugar de firmeza y compasión. Sabiendo que debes poner límites pero que a lo mejor el otro, sea cual o quien sea. Viene para entregarte algún aprendizaje y enseñanza que a lo mejor de otra forma no hubiera podido llegar.
7. Confía.
Cada desafío tiene una etapa, en cada una de ellas surgen y se despiertan nuevas capacidades y recursos que tal vez no habías explorado en ti. Hay un plan mucho más grande que el plan que creemos que tenemos por nuestros propios esfuerzos
Con mucha compasión, amor y esperanza te digo que, como humanidad saldremos diferentes de esta gran oleada de aprendizajes, sin embargo, por ahora para que haya luz debe haber oscuridad y hoy estamos habitando una gran sombra nos llevará a un nuevo camino con una luz más genuina y humanizada.
Mucha luz en donde sea que te encuentres y estés leyendo este artículo.

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